Quiénes Somos
Nuestra Historia
La Iglesia Luterana Resurrección de Country Club en Carolina, Puerto Rico, lleva una trayectoria de evangelización por los pasados 60 años. La Iglesia es incorporada al Departamento de Estado de Puerto Rico el 13 de octubre de 1963 y hasta el presente continua, viva en su de proclamación del Evangelio todos los domingos. Funda el Colegio Luterano Resurrección (1969-2018) logrando brindar una educación de excelencia desde el nivel escolar de Preescolar, Elemental y Secundario en el pueblo de Carolina, Puerto Rico.
Ningún ser humano comprende completamente los tiempos y las situaciones en las que vive. En el mejor de los casos, vemos oscuramente a través de un espejo. Sin embargo, cada cristiano debe decidir a la luz de la Palabra de Dios y de la evidencia que tiene, qué curso de acción debe tomar ya qué causas debe dar su vida. Es lo mismo para las congregaciones cristianas. Al decir esto, debemos mencionar que nuestra historia estuvo unida al Sínodo del Caribe de la Iglesia Luterana en América, Inc. (ELCA) para luego en el año 2010 unirse al Sínodo de la Iglesia Luterana de América (NALC).
Misión y Visión
Somos una iglesia centrada en los principios y creemos en la Santa Biblia como la Palabra inspirada de Dios, preservada para nosotros por el Espíritu Santo para nuestra salvación e instrucción en unión a la Asociación de Congregaciones Libres Luteranas (AFLC) con base en Minnesota, Estados Unidos. Pero mantenemos un lazo de cordialidad con toda la Iglesia.
Respaldamos la declaración sobre la Palabra que se encuentra en el Testimonio Unido sobre Fe y Vida y citamos aquí lo siguiente: “Damos testimonio de que la Biblia es nuestra única fuente auténtica de la revelación de Dios para todas las personas, y que es la principal fuente adecuada de la doctrina y la vida cristianas. “Sostenemos que la Biblia, como un todo y en todas sus partes, es la Palabra de Dios en todas las circunstancias, independientemente de la actitud del hombre hacia ella”.
Aceptamos los antiguos símbolos ecuménicos, a saber, los Credos de los Apóstoles, de Nicea y de Atanasio; El Catecismo Menor de Lutero y la Confesión de Augsburgo inalterada como la verdadera expresión de la fe y la vida cristianas. Rechazamos cualquier afiliación o asociación que no acepte únicamente la Biblia como definitiva para la vida práctica de todos y de la iglesia. Sometemos toda enseñanza religiosa a la prueba de II Juan 7-11. Sean todos bendecidos.